Al
asomarme a esa ventana, y entre los bloques de pisos que me rodean, en este
pueblo mío, queda ante mis ojos un trocito de paisaje que va cambiando con las
horas del día, con los meses de año, con las estaciones, como si fuera una
película proyectada en esta ventana mágica.
Al
fondo, la sierra; montañas que cambian de color, desde el azul grisáceo al
blanco, en invierno que pone la nieve; más abajo, pueblos y parte de los barrios
de nueva construcción como Las Tablas. Un poco más cerca, el parque Juan Carlos I, pone el color verde, en todas sus variedades.
También
se divisa parte del aeropuerto – unido a mi vida desde, casi, que nací – y más
cerca, casi en primer plano mi pueblo, mi barrio.
Pero
sobre todo, desde esta ventana, veo las copas de los árboles que rodean a esta
jungla de ladrillo; a los pájaros, que andan como locos, persiguiéndose en
vuelos suicidas, unos a otros y el cielo; ese cielo que cambia con cada segundo
del día, con cada nuevo rayo de luz, con cada nube, poniendo en este cuadro,
desde mi ventana, los colores más hermosos que tiene la naturaleza.
Así que es aquí donde planeas tu conquista del mundo! :D abrazos desde el Mediterráno!
ResponderEliminarYa ves, una simple ventana, un paisaje, árboles y pájaros y la gente maravillosa de mi pueblo.
EliminarBesos a miles.
Y esos ojos que miran desde el alma, que se detienen ante cada detalle y observan más allá de lo inmediato!... gracias Cande por estar siempre!!! qué hermoso sería si pudiera tenerte más cerca y poder darte aunque sea un solo abrazo donde correspondería todo ese cariño inmenso que mereces !!! Mi amiga querida !
ResponderEliminarEs verdad que a veces la distancia es un enemigo terrible. Es verdad que nos necesitamos unas a otras en momentos muy importantes de nuestra vidas. Pero mientras podamos seguir compartiendo nuestras vidas a través de estas ventanas, seguiremos juntas.
EliminarBesos a miles.
A veces nos basta esa ventana para recrearnos todo un mundo de sensaciones que como tú bien dices van cambiando , según las estaciones,según nuestras emociones o muchas veces la geografía de nuestras ciudades cambia hasta ser diferentes de nuestros ancianos barrios y ya miramos un panorama diferente. Pero siempre esa venta es nuestra conexión con el mundo..un besote amiga..
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