Día a día

No pido otra cosa: el cielo sobre mí y el camino bajo mis pies. Robert Louis Stevenson

miércoles, 14 de noviembre de 2018

Boleros




Alma mía sola, siempre sola
Sin que nadie comprenda tu sufrimiento
Tu horrible padecer

Fingiendo una existencia siempre llena
De dicha y de placer
De dicha y de placer

Si yo encontrara un alma como la mía
Cuantas cosas secretas le contaría
Un alma que al mirarme, sin decir nada
Me lo dijese todo con la mirada

Un alma que embriagase con suave aliento
Que al besarme sintiera lo que yo siento
Y a veces me pregunto qué pasaría
Si yo encontrara un alma como la mía

Un alma que al mirarme, sin decir nada
Me lo dijese todo con la mirada

Un alma que embriagase con suave aliento
Que al besarme sintiera lo que yo siento
Y a veces me pregunto qué pasaría
Si yo encontrara un alma

jueves, 1 de noviembre de 2018

La luz en las tinieblas


La noche del día 1, Día de Todos Los Santos, al día 2, Día de los Fieles Difuntos, la abuela, en casa, encendía las lamparillas o mariposas de aceite.

Las colocaba dentro de unos tazones de loza y toda esa noche se pasaban flotando, encendidas, y ofreciendo, a mis ojos de niña, imágenes fantasmagóricas.

A mí no me explicaron, en su momento, el porqué de ese ritual.

Ahora sé que era en recuerdo de todos los seres queridos que habían fallecido.

La luz en las tinieblas.

Y desde hace muchos años, en casa, esta noche, no se encienden lamparillas, se encienden velas en recuerdo de todos esos seres maravillosos que nos han dejado pero siguen vivos en nosotros.

lunes, 29 de octubre de 2018

Día de muertos




Al llegar este día, siempre me viene el recuerdo de una rima de Gustavo Adolfo Bécquer:

“- Dios mío, qué solos
se quedan los muertos”

No creo que se queden solos.  Están  en nuestros recuerdos, en el día a día, en las vivencias, en las anécdotas, en el dolor y en el alegría compartidos con ellos.

Seguimos hablando con ellos; mantenemos discusiones con la madre que se fue; seguimos recordando las recetas de cocina de la tía querida. El nombre de las nubes que nos enseñó el abuelo adorado y esa vainica perfecta, que en tardes de verano, a la puerta de la casa, una abuela intentaba enseñarnos.

No, no se quedan solos, están en nuestra vida porque fueron y son parte de ella.

Los muertos están en nuestro corazón.

sábado, 20 de octubre de 2018

En la muerte





Cuando llegue la hora de la despedida definitiva ¿que preferimos? Sin lugar a dudas una muerte serena, tranquila, apacible. Rodeados de nuestros seres queridos y en ese adiós tendría que primar la tranquilidad del moribundo; sin dolores, sin sufrimiento propio y ajeno; porque sí el sufrimiento que nos lleva a la muerte no solo lo sufre el enfermo, lo sufren todos los que están a su alrededor.

Entonces ¿por qué las agonía interminables?

¿Tan difícil es de entender la eutanasia en casos extremos, en casos sin solución, en casos de agonías largas e innecesarias?

Demasiado dolor sin salida, sin esperanza.




Eutanasia
  1. Acto de provocar intencionadamente la muerte de una persona que padece una enfermedad incurable para evitar que sufra.
  2. Muerte sin dolores, molestias ni sufrimientos físicos.
  3. Eutanasia pasiva: Muerte que sobreviene a un enfermo que padece una enfermedad incurable cuando no se le aplica ningún tratamiento para prolongar su vida, con la finalidad de evitarle todo sufrimiento.




miércoles, 6 de junio de 2018

A Federico


"...Llena pues de palabras mi locura
o déjame vivir en mi serena
noche del alma para siempre oscura"




martes, 20 de febrero de 2018

Justicia Social



La Asamblea General de las Naciones Unidas instituyó el 20 de febrero como el Día de la Justicia Social, con el objetivo de valorar los esfuerzos de las sociedades en la lucha contra la pobreza y el desempleo, la discriminación y la desigualdad social. Pero también para reconocer que todas las personas —ciudadanos, trabajadores, empresarios y gobernantes— tenemos el urgente compromiso de construir un modelo económico y social, basado en principios de justicia, igualdad y sostenibilidad ambiental.

Esa sociedad más justa se respalda en tres pilares. Primero, un crecimiento económico que fomente la transformación tecnológica, la inversión privada y el pleno empleo, con salarios que garanticen el bienestar de todos los hogares y una mejor distribución de la riqueza. Otro elemento vital es la protección del ambiente natural y el derecho de las comunidades a decidir qué hacer con los recursos naturales.

El segundo pilar está relacionado con la construcción de la igualdad, lo que se puede lograr, en buena medida, protegiendo, garantizando y promoviendo los derechos individuales y colectivos. Esto significa la provisión universal de bienes y servicios públicos con pertinencia, tales como la salud y el saneamiento ambiental, la educación, la seguridad social, la vivienda y la justicia; pero también requiere la puesta en marcha de políticas económicas y sociales que garanticen el empleo, la igualdad de género, étnica y de territorio, la participación política, la libertad de pensamiento, de expresión y de culto.

El tercer pilar está relacionado con el mantenimiento de una administración pública efectiva. Esto significa, instituciones públicas laicas y democráticas que cumplan su misión en función del bienestar social y de su mandato constitucional y, como consecuencia, diseñan, planifican, ejecutan, evalúan y rinden cuentas para y con los ciudadanos. Garantizar este pilar requiere un servicio civil profesionalizado e independiente de los cambios de gobierno; así como de partidos políticos que representen la voz de los ciudadanos, sin financiamiento ilegítimo, que cuenten con personas probas y aptas para gobernar, y con planes de gobierno técnicos, sustentados en metas, resultados medibles y un plan fiscal que los concrete. Otro elemento importante lo constituyen las instituciones de justicia, de regulación económica, la controlaría y la administración de las finanzas públicas. Si estos organismos del Estado fallan o están capturados por intereses particulares, se debilita la gobernabilidad democrática y se pierden los equilibrios políticos que consiguen concretar la justicia social.


Parte del texto publicado, hoy, por Jonathan Menkos Zeissig en Prensa Libre (Guatemala)

viernes, 12 de enero de 2018

Cansancio



Cansancio por este año que se ha ido.

No a nivel personal, que sí, que ha podido ser un poquito triste. Siempre te acuerdas, con más insistencia según pasan los años y te vas haciendo “mayor”, de las personas que no están a tu lado; de aquellos seres que han dejado mi vida, nuestra vida y ha emprendido otro camino.

Pero estoy cansada del ser humano, ¿hacia dónde se dirige esta humanidad?

En esta época conflictiva de guerras sin cuartel, de niños perdidos y muertos en fronteras no tan lejanas; de mujeres maltratas en todos los sentidos y asesinadas en nombre… ¿de qué?

De políticos arribistas que les da igual enviar a todo un país a la ruina solo por su afán de poder y protagonismo. De la cobardía de los que, escudados en el anonimato de las redes, jalean la violencia, la desigualdad, el escarnio, el insulto fácil.

De corruptos, de malvados, de asesinos, de violadores. De jueces y abogados vendidos. De la justicia para “ricos y poderosos”.  De ciudadanos de primera y de segunda clase.

Las luchas pasadas no sirven. La justicia lograda no sirve. La convivencia en paz no sirve. Los valores adquiridos no sirven.

Regalos imposibles:

Lealtad
Honor
Honradez
Compasión
Justicia
Sinceridad
Empatía
Deber
Coraje
Benevolencia
Honestidad
Respeto