Día a día
No pido otra cosa: el cielo sobre mí y el camino bajo mis pies. Robert Louis Stevenson
martes, 31 de diciembre de 2013
viernes, 27 de diciembre de 2013
De Cumpleaños
Joan Manuel Serrat anda de cumpleaños. Podría compartir mil y una canción de su amplio repertorio, pero ésta es hermosa, un canto a la vida.
Un guiño, una sonrisa.
“…De vez en cuando la vida
Un guiño, una sonrisa.
“…De vez en cuando la vida
toma
conmigo café
y está tan
bonita que
da gusto
verla.
Se suelta
el pelo y me invita
a salir con
ella a escena”
jueves, 26 de diciembre de 2013
domingo, 22 de diciembre de 2013
De cine
De
chica, con mi hermana y las amigas, íbamos al cine, a uno de esos cines de
barrio de sesión continua donde pasábamos la tarde del sábado, pendientes de la
magia de unas imágenes, en aquella inmensa pantalla, que nos hacían soñar.
Damas
lánguidas. Mujeres fuertes y luchadoras. Mujeres enamoradas.
Perros
que se enfrentaban a mil y un peligros, para defender a su amigo, a su dueño.
Un
pequeño hombre con bombín y bastón, que te hacia reír, pero con esa risa amarga
de los perdedores, de los que no tienen nada y lo tienen todo.
Casas
hermosas, como apariciones mágicas de un sueño, en mitad de grades praderas.
Cabalgadas
sin fin. Juramentos, poniendo al cielo por testigo.
Guerras
en falda corta; flechas sin punta; espadas sin filo; colosos en llamas.
Conquistadores
en barcos de juguete; civilizaciones de cartón piedra que desaparecían porque un
monstruo surgía de las profundidades marinas.
Intrigas
detrás de una puerta; el sueño de regresar a Manderley. El miedo de unos
colmillos rozando un cuello blanco de mujer. Gritos por el susto, alegría por
el protagonista salvado en el último momento.
Vaqueros,
indios pintados y emplumados para la guerra; piratas, sin pata de palo ni
parche en un ojo, saltando por los palos de su barco, con una sonrisa
fascinadora…
Tardes
hermosas de mi juventud, en el cine Sanz – desaparecido como tantos otros, convertido
en un hotel -, de mi barrio, tan lejano…
miércoles, 11 de diciembre de 2013
Lo que me queda por vivir...
LO QUE ME
QUEDA POR VIVIR
Lo que me
queda por vivir será en sonrisas
Porque el
dolor yo de mi vida lo he borrado
Lo que me
queda por vivir será entre dichas
Porque el
sufrir que me ha tocado lo he agotado
Lo que me
queda por vivir será en tus brazos
Bajo la
tibia sensación de tú mirada
Entre
palabras que yo sé que ya se han dicho
Que tú al
decirlas me parecen renovadas
Cuánto me
queda, yo no sé
Ni me
interesa descubrirlo
Si es mucho
o poco, no lo sé
Sólo me
importa que ahora hallé
Lo que era
todo mi delirio
Lo que me
queda por vivir será en tus manos
Está en tú
fe, está en tú ser, en tú sonrisa
Lo que me
queda por vivir es sólo el tiempo
Que tú le
puedas dedicar a nuestra dicha
Cuánto me
queda, yo no sé
Ni me interesa
descubrirlo
Si es mucho
o poco, no lo sé
Sólo me
importa que ahora hallé
Lo que era
todo mi delirio
Lo que me
queda por vivir será en tus manos
Está en tú
fe, está en tú ser, en tú sonrisa
Lo que me
queda por vivir es sólo el tiempo
Que tú le
puedas dedicar a nuestra dicha
Lo que me
queda por vivir es sólo el tiempo
Que tú le
puedas dedicar a nuestra dicha.
lunes, 9 de diciembre de 2013
Divagando
Divagando… ¡que algo queda!
"El
futuro nos tortura y el pasado nos encadena. He ahí porque se nos escapa el
presente. Gustave Flaubert"
Como me gustó esta frase de Flaubert.
Siempre me he preguntado ¿Quién recogía estas frases? ¿Había algún secretario cerca
con libreta y lápiz? Ahora es fácil, una grabadora, un teléfono James Bond 007,
una tableta (que gracioso el nombrecito) pero antes…
Y siempre estas frases parece que
llegan cuando más las necesitamos, o por lo menos eso me parece a mí, es como
el horóscopo, que siempre cae bien, diga lo que diga.
El cielo está azul, de esos azules de
invierno, despejado, frío. Un avión, allá en lo alto, va dejando un camino
blanco, dibujando una recta perfecta, dejando este cielo rayado – ya he perdido
el hilo – y es que de un tiempo a esta parte el ovillo anda perdido y enredado.
Me coloco delante del teclado y los
dedos pueden volar, pero mi mente vuela más deprisa, a otras cosas distintas, a
otros mundos, y me acuerdo de la canción de Serrat: “Por cierto, al techo no le
iría nada mal una mano de pintura”
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