En esta pandemia que nos
azota, los enfermos están solos.
En esta pandemia que nos
azota, los muertos están solos.
La mayor de las soledades.
Morir solo.
El dolor de perder a un ser
amado y no poder estar con él en los últimos momentos. No poder despedirse,
dejarle solo, sin familia, sin amigos.
Sólo.
La muerte no nos roba los seres
amados. Al contrario, nos los guarda y nos los inmortaliza en el recuerdo. La
vida sí que nos los roba muchas veces y definitivamente.
François Mauriac
Cuando mi voz calle con la muerte, mi
corazón te seguirá hablando.
Rabindranath Tagore