Día a día

No pido otra cosa: el cielo sobre mí y el camino bajo mis pies. Robert Louis Stevenson

miércoles, 14 de noviembre de 2018

Boleros




Alma mía sola, siempre sola
Sin que nadie comprenda tu sufrimiento
Tu horrible padecer

Fingiendo una existencia siempre llena
De dicha y de placer
De dicha y de placer

Si yo encontrara un alma como la mía
Cuantas cosas secretas le contaría
Un alma que al mirarme, sin decir nada
Me lo dijese todo con la mirada

Un alma que embriagase con suave aliento
Que al besarme sintiera lo que yo siento
Y a veces me pregunto qué pasaría
Si yo encontrara un alma como la mía

Un alma que al mirarme, sin decir nada
Me lo dijese todo con la mirada

Un alma que embriagase con suave aliento
Que al besarme sintiera lo que yo siento
Y a veces me pregunto qué pasaría
Si yo encontrara un alma

jueves, 1 de noviembre de 2018

La luz en las tinieblas


La noche del día 1, Día de Todos Los Santos, al día 2, Día de los Fieles Difuntos, la abuela, en casa, encendía las lamparillas o mariposas de aceite.

Las colocaba dentro de unos tazones de loza y toda esa noche se pasaban flotando, encendidas, y ofreciendo, a mis ojos de niña, imágenes fantasmagóricas.

A mí no me explicaron, en su momento, el porqué de ese ritual.

Ahora sé que era en recuerdo de todos los seres queridos que habían fallecido.

La luz en las tinieblas.

Y desde hace muchos años, en casa, esta noche, no se encienden lamparillas, se encienden velas en recuerdo de todos esos seres maravillosos que nos han dejado pero siguen vivos en nosotros.