Día a día

No pido otra cosa: el cielo sobre mí y el camino bajo mis pies. Robert Louis Stevenson

viernes, 27 de diciembre de 2013

De Cumpleaños



Joan Manuel Serrat anda de cumpleaños. Podría compartir mil y una canción de su amplio repertorio, pero ésta es hermosa, un canto a la vida. 

Un guiño, una sonrisa.

“…De vez en cuando la vida
toma conmigo café
y está tan bonita que
da gusto verla.
Se suelta el pelo y me invita
a salir con ella a escena”

domingo, 22 de diciembre de 2013

De cine

De chica, con mi hermana y las amigas, íbamos al cine, a uno de esos cines de barrio de sesión continua donde pasábamos la tarde del sábado, pendientes de la magia de unas imágenes, en aquella inmensa pantalla, que nos hacían soñar.

Damas lánguidas. Mujeres fuertes y luchadoras. Mujeres enamoradas.

Perros que se enfrentaban a mil y un peligros, para defender a su amigo, a su dueño.

Un pequeño hombre con bombín y bastón, que te hacia reír, pero con esa risa amarga de los perdedores, de los que no tienen nada y lo tienen todo.

Casas hermosas, como apariciones mágicas de un sueño, en mitad de grades praderas.

Cabalgadas sin fin. Juramentos, poniendo al cielo por testigo.

Guerras en falda corta; flechas sin punta; espadas sin filo; colosos en llamas.

Conquistadores en barcos de juguete; civilizaciones de cartón piedra que desaparecían porque un monstruo surgía de las profundidades marinas.

Intrigas detrás de una puerta; el sueño de regresar a Manderley. El miedo de unos colmillos rozando un cuello blanco de mujer. Gritos por el susto, alegría por el protagonista salvado en el último momento.

Vaqueros, indios pintados y emplumados para la guerra; piratas, sin pata de palo ni parche en un ojo, saltando por los palos de su barco, con una sonrisa fascinadora…


Tardes hermosas de mi juventud, en el cine Sanz – desaparecido como tantos otros, convertido en un hotel -, de mi barrio, tan lejano…

miércoles, 11 de diciembre de 2013

Lo que me queda por vivir...






LO QUE ME QUEDA POR VIVIR

Lo que me queda por vivir será en sonrisas 
Porque el dolor yo de mi vida lo he borrado 
Lo que me queda por vivir será entre dichas 
Porque el sufrir que me ha tocado lo he agotado 

Lo que me queda por vivir será en tus brazos 
Bajo la tibia sensación de tú mirada 
Entre palabras que yo sé que ya se han dicho 
Que tú al decirlas me parecen renovadas 

Cuánto me queda, yo no sé 
Ni me interesa descubrirlo 
Si es mucho o poco, no lo sé 
Sólo me importa que ahora hallé 
Lo que era todo mi delirio 

Lo que me queda por vivir será en tus manos 
Está en tú fe, está en tú ser, en tú sonrisa 
Lo que me queda por vivir es sólo el tiempo 
Que tú le puedas dedicar a nuestra dicha 

Cuánto me queda, yo no sé 
Ni me interesa descubrirlo 
Si es mucho o poco, no lo sé 
Sólo me importa que ahora hallé 
Lo que era todo mi delirio 

Lo que me queda por vivir será en tus manos 
Está en tú fe, está en tú ser, en tú sonrisa 
Lo que me queda por vivir es sólo el tiempo 
Que tú le puedas dedicar a nuestra dicha 

Lo que me queda por vivir es sólo el tiempo 
Que tú le puedas dedicar a nuestra dicha.

lunes, 9 de diciembre de 2013

Divagando

Divagando… ¡que algo queda!

"El futuro nos tortura y el pasado nos encadena. He ahí porque se nos escapa el presente. Gustave Flaubert"

Como me gustó esta frase de Flaubert. Siempre me he preguntado ¿Quién recogía estas frases? ¿Había algún secretario cerca con libreta y lápiz? Ahora es fácil, una grabadora, un teléfono James Bond 007, una tableta (que gracioso el nombrecito) pero antes…

Y siempre estas frases parece que llegan cuando más las necesitamos, o por lo menos eso me parece a mí, es como el horóscopo, que siempre cae bien, diga lo que diga.

El cielo está azul, de esos azules de invierno, despejado, frío. Un avión, allá en lo alto, va dejando un camino blanco, dibujando una recta perfecta, dejando este cielo rayado – ya he perdido el hilo – y es que de un tiempo a esta parte el ovillo anda perdido y enredado.


Me coloco delante del teclado y los dedos pueden volar, pero mi mente vuela más deprisa, a otras cosas distintas, a otros mundos, y me acuerdo de la canción de Serrat: “Por cierto, al techo no le iría nada mal una mano de pintura”